Un día 22 de mayo de 1960, hace 60 años, exactamente a las 15:11 (hora local), un fuerte sismo de magnitud 9,5 grados Richter, conocido como el mega terremoto de Valdivia, sacudió a la zona sur del país.
Este fuerte terremoto es considerado el más potente registrado en la historia de la humanidad.
Al consultar sobre este mega evento a Sismología de Chile, informaron que el epicentro fue en las cercanías de Lumaco. Sin embargo, la ruptura se extendió al sur, por lo que produjo más daños en esa dirección, afectando principalmente a Valdivia, por eso se le conoce típicamente como “Terremoto de Valdivia”.
El movimiento telúrico se registró a 35 kilómetros de profundidad y tuvo una ruptura de 871 kilómetros, haciendo que el sismo tuviera una duración entre 8 a 10 minutos seguidos.
Fue percibido en todo el territorio nacional y en países tan alejados como Brasil y Ecuador, devastando gran parte de la zona centro y sur del país.
Se estima que esta catástrofe natural costó la vida de entre 1.655 y 2.000 personas, y dejó damnificados a más de 2 millones.
El tsunami provocado fue devastador y afectó a la costa entre Concepción y Chiloé. En el puerto de Corral, el nivel del mar se elevó cerca de 4 metros antes de comenzar a recogerse rápidamente (16:10). A las 16:20, una ola de 8 metros de altura azotó la costa entre Concepción y Chiloé a más de 150 km/h, ocasionando la muerte de cientos de habitantes de diversas localidades. Diez minutos después, el mar volvió a retroceder, arrastrando las ruinas de los pueblos costeros para impactar nuevamente con una ola superior a los 10 metros de altura.
Posteriormente, la onda expansiva comenzó a recorrer el océano Pacífico. Casi quince horas después del sismo en Valdivia, un maremoto de 10 metros de altura azotó la isla de Hilo, Hawái, a más de 10.000 km de distancia del epicentro, provocando la muerte de 61 personas.
Pero eso no era todo, producto del terremoto, algunos cerros se derrumbaron bloqueando el desagüe del lago Riñihue. Para evitar el llamado ”Rihuiñazo”, batallones del Ejército de Chile y cientos de obreros y constructores de ENDESA, CORFO y el MOP participaron en el control del lago de tal forma que su cauce no arrasara con lo que quedaba de aquellas ciudades. El día 23, tras agotadoras horas de trabajo, el lago comenzó lentamente a vaciarse desvaneciendo el potencial peligro a los 100.000 habitantes que vivían en la zona afectada.
No siendo esto lo único, dos días después del terremoto, el volcán Puyehue, a 200 kilómetros del epicentro, hizo erupción.
Producto del terremoto, el eje terrestre se movió 3 centímetros, mientras las placas Sudamericana y la de Nazca se acercaron bruscamente cerca de 40 metros, cuando normalmente lo hacen entre 8 y 9 centímetros anuales.
